kDescarga: DENUNCIA PUBLICA-CHILE VIÑA DEL MAR -FAVOR DE DIFUNDIR
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Sentimos el deber de denunciar públicamente lo siguiente:

En el colegio católico “Liceo Parroquial San Antonio” de Viña del Mar, a cargo de los Clérigos de San Viator se han iniciado una serie de despidos de profesoras y profesores, acusando como causal “necesidades de la empresa”.

Este hecho no deja de llamar la atención, puesto que dicho establecimiento mantiene su matrícula y por lo mismo, tendría que contratar nuevos docentes para cumplir con los requerimientos educativos pertinentes; a esto se suma, extrañamente, que algunas de las personas afectadas destacaban por su buen desempeño profesional y cercanía con los estudiantes, pero lo que ha generado un malestar creciente entre ex alumnas y alumnos, apoderados y apoderadas, jóvenes que siguen sus estudios ahí, y personas que estamos al tanto de la situación, es que los despidos se vinculan directamente con la denuncia que hiciera a las autoridades del colegio, a fines del 2007, la profesora de artes Denisse Montenegro, en relación a que algunas jóvenes le compartieran que habrían sido abusadas sexualmente por el profesor Pedro Castillo, esposo de la directora de dicho colegio.

Sorprendida por el silencio y la indiferencia con que se actuó, al ver que el acusado en cuestión seguía trabajando sin problemas, la profesora Montenegro cometió un “error fatal”, se expuso al tomar partido por las alumnas a quienes siguió acompañando, escuchando y orientando, hasta lograr que se iniciaran las acciones judiciales que están en curso y que al colegio por lo mismo, no le quedara más remedio que despedir al acusado de estas graves imputaciones. Se “equivocaron” también los colegas que abiertamente solidarizaron con ella y que hoy están cesantes, debieron seguir el ejemplo del resto y no hacerse problemas optando por hacer vista gorda ante una situación conocida de tiempo por la comunidad escolar; posiblemente algunos de los que callaron compartían la opinión expresada por uno de los sacerdotes de la escuela, de, “que tanto, si a las cabras les gusta el w…”

Para quienes nos hacemos parte publicando esta situación, y en nuestra condición de personas católicas, no deja de dolernos, irritarnos y preocuparnos profundamente éste y otros aspectos de esta lamentable situación que a continuación indicamos.

La ley chilena establece que en cuanto se den aviso de hechos de esta naturaleza, las autoridades del establecimiento tienen la obligación de entregar los antecedentes a la justicia. Además, se ha de iniciar un sumario y salvaguardar a los/as niños/ niñas y/o jóvenes mientras dura la investigación. ¿Por qué la rectoría de un colegio católico actúa al margen de la ley? ¿Quién le dio autoridad a dicho colegio para juzgar por su cuenta la validez de los hechos acusados y ponerse por sobre la ley? ¿Por qué el profesor acusado en cuestión, siguió haciendo clases hasta meses después de que la docente Montenegro entregara los antecedentes con los que contaba? ¿Por qué una vez que deja el establecimiento lo hace con una carta de recomendación?

El obispo de Valparaíso, Don Gonzalo Duarte, estaba al tanto de los hechos, sin embargo, respondió que según el derecho canónico, el colegio no era de su jurisdicción. ¿Esa es la respuesta de alguien que tiene la función de ser el pastor y vigilante de su pueblo? ¿Es que las jóvenes violentadas no requerían al menos algo de preocupación de su parte? ¿No debe la iglesia católica ser la “abogada de los pobres y promotora de la justicia”? Afortunadamente Jesús nunca nos habló desde el derecho canónico, sino que le preocupaban las personas reales, sobre todo las pobres y sin voz.

El superior provincial de los Clérigos de San Viator, P.Eduardo Millán, estaba al tanto de la situación. En respuesta a una carta que abordaba este asunto, el religioso respondió que “no le cabía duda que las autoridades del colegio actuarían evangélicamente”. ¿El despido de Denisse y quienes solidarizaron con ella, entrará en la categoría de acto evangélico?
¿Cuál es el mensaje que se da con esto? En nuestra opinión Pues el siguiente: Si se actúa ética y justamente denunciando abusos sexuales al interior del colegio donde trabaja, bueno, ¡Pues se corre es riesgo de ser despedido le despiden! y si usted solidariza con quien hace la denuncia, lo mismo. le pasa igual.

No queremos ser parte del silencio cómplice que perpetúa las injusticias, por lo mismo, solidarizamos con las jóvenes que se atrevieron a hacer la denuncia, solidarizamos con Dense Montenegro que tuvo la valentía de hablar y ponerse de parte de las víctimas, solidarizamos con Pamela Miranda, Loreto Mora, Alejandra Teriani Jorge Ríos y Carlos Olave quienes han sido despedidos y decimos, ATENCIÓN, no basta que un Colegio diga que sea católico para que actué como tal, las personas tenemos que denunciar estos deplorables hechos, puesto que al parecer no son preocupación de la jerarquía eclesiástica…

“Si nosotras y nosotros callásemos, hasta las piedras hablarían”.
Grupo de Reflexión Cristiana de Valparaíso
Enero 2009.

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